miércoles, 10 de febrero de 2010

Kinepolis

Kinépolis, cine a lo grande, eventos a lo grande, cagalera a lo grande.

Ayer salí a dar una vuelta con mi chica y acabamos decidiendo ir al cine. Compramos las entradas para ver Sherlock Holmes y como faltaba tiempo nos tomamos unas tapas en Los 100 Montaditos. A la hora de entrar a ver la película tengo siempre la costumbre de comprarme palomitas (un cubo, un paquete mediano o algo) porque para mí una peli sin palomitas no es una peli.

El problema son las palomitas del Kinépolis, que descubrí hace tiempo que eran compradas al por mayor a otra empresa que las trae en saquitos de plástico y ellos se encargan de meterlas en esos cubos individuales tan monos y de calentaslas contínuamente en esos armarios-vitrina. Lo que se debe/suele hacer es abrir uno y probar las palomitas, si están rancias, a otra cosa mariposa. Pero por cosas del destino cogí el primero que se me ocurrió y no probé la calidad de dichas palomitas (de lo que me estoy arrepintiendo enormemente).

Dichas palomitas estaban rancias, sosas por un lado y muy saladas por otro, tenían un sabor raro y apenas llegué a comer de ellas. Al acabar la película Eli se quedó extrañada al ver que apenas había comido.

El problema me ha venido esta mañana. Después de pegarme una ducha me dieron ganas de gasearme agusto, pero la bomba venía con sorpresa. Me acabé convirtiendo en una fuente de chocolate para mi desgracia. Notaba como se movía todo aquello por dentro de mis tripas y clamaba por salir al exterior.

Muchas veces he ido al baño en mi vida, pero creo que esta ha sido la primera en la que me repugna mi propia creación (el Padre Nurgle estaría decepcionado conmigo). Esa no fue la única visita que hice al señor roca, hubo más. Pero espero por mi propio bien que ahora que parece que la cosa se ha calmado, no tenga que volver a ir más por hoy, no quiero deshidratarme.

Palomitas del Kinépolis... ¡NUNCA MAIS!

4 comentarios:

  1. no se como puedes ser reincidente de las palomitas del kinepolis, con ese articulo en el que recomendaste NO comerlas....

    te digo, por experiencia propia, que hay un virus intestinal que te dura un dia y te pones para morirte, no queriendo ir al baño nunca mas... y si no, le preguntas a tu primo... y si a eso, le juntas esas maravillosas palomitas.... es un coctel explosivamente peligrosooo!! conclusion?? el proximo dia llevate las palomitas o comprate otra cosica mozo....


    YO QUIERO VER LA PELI DE SHERLOCK HOLMEEEEEEES!!!

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  2. Opino lo mismo que Cris, qué hacías comiendo palomitas de allí??

    Haz como yo y además te saldrá barato: te las haces en casa justo antes de salir, las metes en una bolsa de papel (ojo con el aceite-mantequilla-lo que sea) y te las llevas al cine como si fueras de compras, allí huele tanto a palomitas que pasa desapercibido, y cuando apaguen las luces, a comer! XD

    Yo tampoco puedo ir al cine sin palomitas, son una debilidad :P

    Por cierto, qué tal la peli?

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  3. Es una idea, solo que lo de ir al cine fue improvisado. No habia plan establecido y surgió la idea de ir a ver alguna película. De haber sabido que íbamos a ir me habría preparado algo XDD

    La película genial. Te muestran a Sherlock Holmes como un loco paranoico que acaba descubriéndolo todo porque su cabeza no para de pensar y maquinar. Todo mediante brillantes deducciones, fruto de esa paranoia.

    Pero que vamos, que tiene un panzón de reir y mola mucho cuando planea sus peleas contra adversarios.

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  4. El padre Nurgle no está decepcionado contigo, pues es el dios de la descomposición y eso es lo que creo que tenias en tu aparato digestivo, jaja! Espero que estés mejor. ¿A quién se le ocurre comer palomitas rancias del kinepolis sabiendo de donde vienen? Es que... Bueno, otro dia llevatelas de tu casa como dice Saphi, es una buena idea, jeje.

    By Carl

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