jueves, 7 de enero de 2010

Feliz Vuelta a la Rutina

ENTRADA MUY LARGA. ABSTENERSE DE LEER SI NO TE QUIERES ABURRIR.

Sí, mis pequeños esclavos, sed bienvenidos a la rutina después de las fiestas de Saturnalia y sed bienvenidos tambien a la cámara de torturas. En este lugar podreis sentaros en estas fantásticas sillas de correas para ataros y que no os caigais de las mismas, mientras os hacemos pasar por delante de vuestros morros un sinfín de platos suculentos y deliciosos (los cuales no vais ni a catar).

Me gustaría hacer un pequeño resumen de lo que han sido mis "vacaciones" de Navidad Saturnalia. Todo comenzó allá por el día 22 por la tarde cuando salí a comprar los regalos para mi familia. Fue una tarea agotadora, estaba cargado de bolsas hasta los topes y en cada tienda que entraba, salía con una más. Tened en cuenta que en mi casa somos 5 individuos los que vivimos, más mi chica, con lo cual tuve que comprar regalos como para 5 personas (aunque me hubiera gustado auto-regalarme algo, pero el dinero no es infinito).

Del día 23 no daré muchos detalles, sólo decir que estuve casi todo el día fuera de casa y que me sacaron sangre los vampiros del centro de salud para unos análisis. Por suerte, esta vez me tocó una enfermera hábil y no me destrozaron los brazos como la última vez.

Día 24, Nochebuena. Cena en mi casa con mis abuelos maternos y una fuente de gambas enorme. Es lo que suele pasar cuando toca hacer la cena especial de algo en mi casa, a mi madre le da por comprar gambas y hacerlas todas, como le encantan...  Menos mal que no hemos salido alérgico a las gambas ninguno, entonces ya sí que diría que no somos hijos suyos (me extraña que no haya nacido yo con cola y unas cuantas de patas de más) (espera, si ya nací deformao!!)

Esa misma noche aproveché para ir dejando los regalos a mi familia en sus camas. A mi padre una corbata (él me dijo eso, yo le di a escoger también la Guía Campsa pero no la quiso), a mi madre un bolso de los buenos-bonitos-caros, a mi hermana unos incensarios de esencias (para relajarse y excitarse) y a mi hermano una correa para la guitarra eléctrica (todo eso sin saber que el 24 se la iban a comprar).

¿Y qué me cayó a mí? Una cartera nueva de Choppers con la cremayera defectuosa. La verdad es que estaba bien, el problema era la cremayera y que mi madre decía que en la tienda no había más de esas, que la descambiara por otra (¡porras!)

Día 25, Navidad, Aniversario de Boda de mis padres. Lo "tradicional" es irse a comer a uno de estos restaurantes grandes y familiares que hay a las afueras de las ciudades a hincharse de comer en los buffett libres. El problema es que este año no hay tantos dineros y acabamos comiendo en el chino del barrio (lo cual también está bien porque todo lo que hay me encanta).

Por la tarde luego subió mi pequeña para que nos viéramos un rato dado que lo que me esperaba de fiestas...tela. Fuimos al cine con la intención de ver Avatar, pero lo que más bien vimos fue Toma-Yar. Una pedazo de cola (no la mia, aunque gracias por pensarlo) a la entrada del cine que lo flipas. Al final la opción mejor fue ir a ver Planet 51, la cual estaba muy bien, aunque descubrí el tremendo y horroroso secreto que esconde el cine del Kinépolis: "Las palomitas de maíz son recalentadas".

Sí amigos, sí. Ví pasar uno de estos carros especiales de transporte de cajas (tipo supermercado) lleno hasta arriba de bolsas de palomitas ya hechas. Lo que hacen estos listos es meterlas en cubos (los cuales seguro que son reutilizados de los que se tiran cuando acabas de ver la peli) y las meten en los calentadores horas y horas y horas, hasta que alguien dice "Uis, voy a coger palomitas. Uummm, están calentitas, duras pero calentitas". No amigo, lo que están es rancias y pasadas, de estar todo el día calentándose y recalentándose.

Día 26, salida a Alicante para asistir al bautizo de la hija de un primo-hermano mío. Pégate unas cuantas horas de viaje (sin paradas) con una bolsa de cacahuetes, cortezas, patatas fritas, magdalenas,  revueltillo de frutos secos y una botella de agua en el coche a tus pies y luego me dices si fue o no fue raro. El problema es que ya es algo que veo normal... ¿Me estaré echando a perder? Baah, si ya lo estaba.

El bautizo fue casi lo de menos, una ceremonia de unos 15 min con un curilla mu salao. Lo bueno vino después, el convite. El lugar bien, la comida bien, la compañía bien y la diversión de ver cómo otro niño pequeño se recorrió la mesa bailando sus particulares sevillanas, no tiene precio.

Día 27, Vuelta a casa e Inicio de la Matanza. Ese mismo día salimos (nuevamente a las diez de la mañana) de vuelta a casa (otra vez sin paradas pero esta vez con menos cacahuetes y patatas a los pies, ya nos habíamos comido algo en la ida). Pasamos por casa para recoger algunas ropas y derechitos al pueblo que hay que matar un marrano para empezar la matanza.

Pues bien, Kilava se cambió (se puso la ropa de faena) y el marrano se mató (y hasta se cagó el mu cabrón). De aquí lo más destacable fue que uno de los ayudantes del matarife jefe eruptó de tal manera que realmente parecía el gruñido de un cerdo (a lo que uno le contestó "¡Échale pienzo!").

Desde el día 28 hasta el 30 fue la temporada de matanza. Destacar que casi prendo fuego a la casa, que fue una temporada en la que me apretaban tanto los pantalones que iba al baño cada dos por tres, que la tele estuvo encendida todo el día con Disney Channel y que el día 30 volví a casa para una cita con el médico (recoger los resultados de los análisis).

El médico me dijo que mi inflamación en la garganta era de las tiroides, pero que todo estaba "normal" dado que la segregación hormonal era normal, con lo cual esa inflamación que tenía la que me molestaba tanto, era por el yodo del agua y que no me preocupara. No te preocupes tu jodía-porculo. Cuando no pueda tragar te buscaré para que me hagas un agujero en el cuello con el que respirar.

Día 31, Nochevieja en el piso nuevo de mis abuelos. Otra cenita familiar (esta vez con los abuelos paternos) en la que no faltaron las gambas, las almendrillas tostadas, los dátiles con beacon, el salmón, el revueltillo de pepinillos y aceitunas y el famoso pollo amarillo de mi abuela. Una noche sin más destacados, que fue en casa, que no salí, que me pimplé media botella de Sidra el Gatero (famosa en el mundo entero) y que descubrí que la Primera de TVE sólo sabe sacar a las momias de los ataudes en estas festividades y similares. Ver a Georgy Dann cuando tenía una mata de pelo enorme, o ver los anuncios que se emitían en blanco y negro te hace pensar que ahora que no van a emitir anuncios, tendrán que tirar más que nunca de videoteca.

Ya no les es suficiente con recordarnos los tiempos pasados con series como "Cuéntame", "La señora" o "Amar en tiempos revueltos", ahora también se empeñan en repetir y repetir las cosas que tienen guardadas.

Día 1 de Enero. Subí a la sierra con mi chica y su padre a hacerle una visitilla a unos familiares que tienen ahí. Un día estupendo, disfrutando del frío y de algo de nieve, descubriendo que las residencias de tiempo libre existen y que son geniales. No os daré más pistas vaya a ser que me quiteis la plaza a mí. Ese mismo día bajé a Almuñécar a estar lo que quedaba del día con ella y a hacer noche allí.

Día 2 de Enero, se supone que es fiesta aquí en Granada, que es el día en el que se firmaron las Capitulaciones de Santa Fé, por las cuales el reino de Granada pasó a manos cristianas. Un día para salir a comer fuera y disfrutar de los restaurantes asiáticos del lugar. Aquellos deliciosos triangulitos rellenos de vete tu a saber qué cosa era estaban deliciosos. O ese pollo picante (que no picaba) junto con esos tallarines en la cazuela, juuummmm.

Día 3, vuelta parriba. De este día no tengo muchos recuerdos, ¿me estará afectando el efecto 2010?

Día 4, la verdad es que tampoco... Ahora sí que es seguro, sufro de lagunas mentales transitorias.

Día 5, cabalgata de reyes pasada por agua. Una cabalgata que iba flechá, que repartían caramelos a diestro y siniestro y que según la ley de Murphey (la cual me acabo de inventar), te pongas donde te pongas, siempre caen más caramelos a los del otro lado. Tuvimos que soportar una "conexión a vía digital por parabólica" encima de nuestras cabezas un gran rato. De hecho dejamos de notar la lluvia y vimos que encima de nuestras cabezas, un listo le había dado la vuelta al paraguas para que cayeran los caramelos. Hay que tener morro...

Al llegar a casa descubrí otra horrible verdad, quieren más a mi novia en mi casa que a mí mismo. Su montaña de regalos era mucho más grande que la mía. A ella le regalaron unos guantes de piel vuelta (de los güenos, güenos), una bufanda hecha a mano por mi madre y otra bufanda naranja como a ella le gusta. A mí me cayó un paraguas nuevo (que llevaba ya tiempo pidiéndolo), una bufandilla de calidad dudosa y otro par de guantes "sin dedos" iguales a los que ya me regalaron el año pasado (tengo que domar los nuevos).

Día 6, Día de Reyes. Ese día me tocaba salir a hacer ejercicio, pero no tuve ganas de salir a correr y tener que evitar y esquivar a cientos de niños luciendo patines nuevos, bicicletas y coches de radiocontrol, así que hice ejercicio en mi cuarto, una buena tanda de flexiones, abdominales y ejercicios para dejar culo. Peso a día de hoy unos 90 kilos y mi peso ideal serían unos 70. No se como me los voy a quitar de encima, quizás me page una liposucción como Peter Griffin.

También destacar que en este día mi hermana invitó a comer a varias amigas suyas a casa, con lo cual mis padres se quitaron de en medio y se fueron al pueblo. Las muchachas vinieron todas muy arregladas, con el pelo super-alisado y bien vestidas. Sin embargo mi hermana parecía que tuviera puesto el pijama y un moño tipo gitana de andar por casa.

Y eso han sido  mis vacaciones. No he escrito nada en estos días porque tenía pensado hacerlo así, una especie de resumen día tras día (sólo que no me ha salido tan gracioso como siempre, no tengo hoy esa chispa).

Ahora esperad que me escude con la tapa del cubo de basura y podeis empezar a tirarme los tomates.

P.D. He empezado una dieta que me lleva a un mundo de sinsabores y de sufrimiento (porque me encanta comer, cocinar, ver como se cocina, oler como se cocina, pasar por la cocina y picar, etc...) Pero quien algo quiere, algo le cuesta.

3 comentarios:

  1. wiii!! entrada nueva!! vale, si, puedo parecer una fan ansiosa... xDD y como siempre, la primerica en escribirte, jeje!!

    oye, no esta tan mal, eh?? lo que pasa es que las fiestas navideñas son poco agraciadas para contarlas...

    a dieta?? entonces cuando quedemos para comernos una hamburguesa o una de nuestras pizzas, tu unas verduricas cocidas, no?? :P

    al final lo de los colores y los dioses del caos no lo entendi...estaba torpe y poco atenta xD
    espero que no os asustaseis mucho con la marabunta que somos en mi familia xD

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que sí me acojoné algo. Un poco más y tu tio (el que le sobraba picha y se la tuvo que dar a tu hermano para hacerse una pierna) seguro que nos acaba metiendo mano a Carlos y a mí.

    Pero bueno, sois como la tribu de los Brady después de 20 años. Cada uno con sus hijos y sus parejas, pero todos juntos y armando jaleo.

    Como diría don Vito Corleone "Ah, la familia"

    ResponderEliminar
  3. xDD con mi tio Rafa te sueles descojonar de la risa, y hablar con el seriamente. metiendoos mano... quien sabe.. xDDDD no , no creo xDD

    nada, cuando querais apuntaros a un sarao, no hay mas que decirlo, jaja!!

    sabias palabras las de don Vito Corleone "lo importante es la familia"

    ResponderEliminar